"Una noche en el Club"

Supongamos que después de estar una hora esperando a que se abriera la puerta del club, que iba a servir de plató televisivo, unas señoras amigas de la laca mata-capa de ozono se te intentan colar, alegando que son familia del artista, y claro ahí la cosa ya empieza a ponerse graciosa, porque ellas te meten sus pelos tiesos en la boca cuando quieren pisar la sala antes que tu, y claro, uno tiene su orgullo,
y unos codítos que sirven de barreras anti viejas sin escrúpulos, y éstas lo eran. Allí nos ubicaron como a un tetris, es decir estabamos casi apilados unos contra otros, pero todos con su sangría fresquita pa que diera bonito en la cámara, rojita, con sus macedonias multicolores y sus piedritas de hielo, todos bebiendo lo mismo y sin poder mover las nalgas del asiento, encajados de tal forma que alguno casi fue circuncidado con el filo de las mesas, pobre chaval y allí donde lo pusieron, se estuvo, al ladito de Pit, mirando lo poco que traía el vaso y la sed que le estaba entrando.
La regidora, sin bragas, al menos lo parecía bajo ese pantalón blanco, casi se parte los morros cuando se subió a la tarima de un cámara inerte al que intentaba dar instrucciones, y que parecía un manikí, tan tieso, tan vestido, tan barbudo él, y siempre dispuesto a prestar su mano cuando la encantadora mujer tambaleante se disponía a dar con su cabeza y su micro de oreja contra los instalados en la primera fila, había que ver sus caras de terror.

Lo que en un principio créimos era un pollo desplumado, resultó ser un viejo drag, metido a maquilla gente, a lo que yo etiqueté como clon llavero de Ricky Martín, por su mini parecido con el cantante, claro que éste no cantaba, se limitaba a crepar el pelo del presentador y a cargar sus pestañas añejas de rimmel, por no hablar del polvo de egipto que le plantó en la cara, pa cubrir el paso del tiempo de este impresentable sujeto, que resultó ser poco agradable (lo siento Kim pero no debes sentirte orgulloso de esta rama familiar).

Nos advirtieron que con cada parón nos caían 25 euros, aún estoy esperando a que paguen, incluso un espectador ya agotado pidió su parte, claro está se rieron en su cara. Los músicos, mejores solos que mal acompañados, empezaron amenizando la noche, hasta que el presentador se echó una canción de "viejo verde" y unos chistes y anécdotas que mejor hubiera dejado pa su biografía por fascículos, por no mencionar el trato que dió a unos sudacas de orangutanes en potencia, terrible! ahí cayó el mito.

Cantó el nuestro, por el que ibamos, el amigo bolerista que dejó grogui a la gente con una canción pa dormir a no se qué negrita de payá, claro que del público solo una se sintió identificada, y después de cantarsela dos veces, la hija secreta de Lucrecia se despabiló y perdió el interés, se echó tres dramas, y un monólogo existencialista referente a la potente influencia que su padre había ejercido sobre su pasión por la música popular (nada de sexo) y se enredó tanto entre la clásica y lo otro y lo de más allá, que parecia un rabo de cochino, y gracias a Pit que le espetó desde el graderio que se colocara el bolsillo de la chaqueta Corleone, porque es que salen desmanejaos los cabrones!; la niña cantante aburrida por pequeña, pero más entusiasmada con el fado, era una ovejita entre un toro y un carnero, pero ella hizo lo que pudo, aparte de marcar sus pezoncillos asomar lo que pensamos era un tatuaje en su ingle y hacer bailar un pelo rubio entre sus antebrazo y el micro durante un buen rato, en fin, que pa Ingenio sin pena ni gloria (en secreto nos confesaron que eran tanto el terror escénico, que tuvo que hacer pis en una cubitera del improvisado camerino, un almacén botellero), y del tercer artista, coleguita de copas del presentador, pues a pesar de su voz varonil, la presencia rayita al centro y vestido a lo Raphael lo acercaban más al Fary cutre,que al rompebragas voz de oro de la antología del bolero,pero bueno, efectista el chaval.

El desparpajo de una espectadora con la vejiga reventada de tanta sangría, fue lo mejor de la noche, cuando con dos narices y en plena grabación se levanta a abrir el grifo de su entrepierna y es llamada al orden, ella se encara "ya no tengo más ganas siga usted con lo suyo" le dice al presentador, cuando éste creyendose cómico, le incita a que siga meando en cada pausa, es que cuando se llega a cierta edad lo mejor es retirarse amigo mio y dejar de hacerse el gracioso que si encima no haces gracia quedas como el culo. En fin que cuando lo pasen por la televisión, volveremos a rememorar este rato que fue novedoso pà los mosqueteros, buscando siempre nuevas experiencias y sensaciones pa compartir.

En fin de semana pues lo he descansado pa estar fresquito pa esta semana que viene porque tengo cita sureña con las dos musas del blog, que ganas de estar los tres bajo el mismo techo unos diitas, la visita de madrugada al Visco fue muy tarde, las niñas se adelantaron, la verdad es que yo estaba rendido, me dijeron viejo amargado, me dispararon con el dedo del dedo, me analizaron cual Freud, pero lo único que tenía era sueño, al final me levanté y me eché a las calles (como la abuela de Chirlina) me tomé una copa con las nenas, en un ambiente apático (no siempre está ricitos brillante) y pa las camas. En fin buena semana, que llega con ilu y placer.

Les quiere ErPep