Una rosa china pa las dos

Nuestra entrada para la salida es con un precalentamientro vocal, un repaso por el repertorio, con bailes, birras y desenvoltorio de canciones del año del cólera, y así nos animamos y tiramos a ver al Visco, que nada tiene que ver con su calidad de visión claro.

Está claro que por edad la Pit no sería la madre más adecuada para Tati, y la verdad que es una pena, porque seguro que entre ella y el Rizos habrian educado con placer a niña tan apalmerada y fragil como esa, pero las cositas llegan algo tarde y aunque la versión arreiglada, para que sonara pienso en ti, fuera susurrada en el lobulo derecho de la orejita de Pit con cálido aliento, y el envoltorio viril rozara discretamente por entre sus piernas, estaba claro que la aventura iba a acabar en cuanto la música de aquel bolero dejara de sonar y la manita de esta, mi segunda complice, dejara de comprobar el grado de gomina que mantenia erguido los rizos del artista hasta altas horas de la madrugada, y es que Pit siempre ha tenido esa mania oculta de ir desflecando los mechones de personas inconscientes de tal acción.

Esta vez las copas permanecieron firmes en la mesa o en nuestras manos, la camarera sueca pasada de fecha, nos decoró los vasos con unas pajitas o cañitas pa beber, por si perdiamos el tino y tenía que sacar la fregona y el balde, esta vez mantuvimos la dignidad, y desde allí cantamos, coreamos y animamos el cotarro junto a la comunidad colombiana que saltaban como resortes de sus asientos, cuando las piezas musicales tenian ese ritmito que les permitia mover el culo con gracia, y a las niñas colocar las manitas en la espalda de su pareja como si estuviran a punto de escayolarselas, y claro está, el resorte llegaba hasta nosotros y en más de una ocasión nos vimos lanzados hacia la pista, una veces solos como el Gigolo de noche y otras pues, con los animosos de turno, algunos en exceso, tanto que se atrevian a buscar coordinación lógica entre el movimiento de mis canillas y pies con el gesticular alcoholico y ritmico de mis ojillos y cachetes, y es que la verdad, en esos sitios hacer amigos es un peligro, porque siempre se te pega el más raro, el más verde, el más pesao, el más viejo o o el más ridículo, ¡vaya que coincidencia, este lo tenía todo!.

Chirlina hizo, en un momento de exaltación verde, su solo sobre la música de Marley y es que el ritmo del jamaicano sin quererlo o no, hace que uno se sienta poseido por el gusto de la Maria que pasa y repasa, y como encima comienza su nueva y esperemos, que fructífera etapa laboral, pues esta estrellita de ojos azules estaba la mar de feliz; entre aquel barullo Pit reconoció a la Clusa de su empresa y es que las Doritas también bailan.

La noche se completó con muchos flashes: Un montón de canciones solo o a duo con la maraqueña (ay esa vocecita tenue, ¿y el abuelo?), treinta y seis pises (alguno repasado con servilleta porque el rollo murió), nueve copas (el chupito no lo pudimos sisar pero estuvimos a punto), dos voluminosas y ritmicas ubres africanas (que apostamos iban a ser esmaltadas esa misma noche por uno, ¿dos?, a saber) un cuenta chiste sin gracia (y es que el humor de allá no es como el de acá), un cumpleaños feliz improvisado (¿quién dejó entrar a ese niño por Dios?), palmeteos a raudales (lo siento por tus sensibles oidos Chir, pero ya sabes, uno se ensalza y catapún, pum, pum como me gusta el verano), un pica manices (con banda sonora incluida, Maniiiiiiiii), y a la salida, una descarga liquida (con sustito cursi incluido, ay que ver), un paseito sin calzado (y es que esos de Minnie muelen los pies), un refresca pies y herpe en la rampita del mar (ay que viene la ola, que mariconas!) y a dormir, y es que la verdad que las niñas se portaron muy bien y estoy loco por estar con ellas el próximo finde bajo la estrellas, con el campo alrededor, o calentitos en la caseta (sin desmonte de emergencia por favor) y es que ahora me doy cuenta de que las rosas chinas del Nam Kima que me ofrecieron para ellas a principio de semana estaban más que merecidas.

Un besito y buena semana. Les quiere mucho Er Pep